Los Maniáticos
Se entretejían encrucijadas
por el tiempo
como trapos mohosos, mal
olientes,
estrujados por sus cuerpos
sudorosos,
inertes, asqueantes,
en una mañana de invierno,
teñida de blanco y
escalofríos sepulcrales.
Llovía.
La masturbación verbal
del acto del habla
enriquece la lengua
que recorre sus oídos
y lo hacen estremecer de un
solo golpe,
sobre profundos ecos de
suspiros.
Sus colinas erguidas en plena
primavera
yacían apretujadas por
fuertes vientos
provenientes de las
profundidades marinas.
A lo lejos,
copiosos
nubarrones
agitaban
verdosos y huidizos matorrales…
@Santiago Terrero
La Mujerzuela
A la par de golpes sinuosos que nos envolvían,
la cama muda acomodaba sus
quejidos
sobre fuertes barrotes de
hierros corroídos.
El lomo lúcido, resbaladizo
de algunos libros
sobre mi morada se dejaba
entrever
a través de míseros reflejos.
Revoloteaban como hojas
secas.
¡Helena! ¡Paris!
La Ilíada me conmovía.
Nos burlábamos del acto
mismo.
Risa, canciones, alegría.
Rechinábamos, inmersos en un
mar de sudor.
A la pared, ¡Yoselín! tu
nombre se veía,
como vistoso plumaje de ave
apetecido,
después de beber el alba
que engalana el candor de sus
pitillos.
@Santiago Terrero
¿OBREROS…?
Ante la precaria situación,
la cual me
encontraba,
mi jefe me
dijo:
¡tienes que ser
más rápido!
Sin saber que
hacer me marché de allí.
Mis pasos agigantados se
disolvían,
al oír la voz ronca y
grotesca,
todo era ambición,
desconfianza,
atropello, malas miradas,
!todo!
Más sin
embargo, una voz apacible,
amable, quieta,
se apiadó de mí,
apoyó mi
alma...
Apoyo y
confianza exiguos
eran mi
lentitud.
La grandeza de unos a los
otros, es y será,
la perfección que engalana el
sordo grito,
que solo los hombres
gloriosos desnudarán,
a través del serpenteado
vaivén del pensamiento…
@Santiago Terrero
Ciudad desnuda
Entre trago y trago corría la
noche
burdeles en la ciudad,
¡Jadeantes prostitutas
alegres y sin sueño!
Concreto tirano, salpicado de
salitre.
¡Guerra y Feria de la Paz!
Desde un auto veloz, hombres
y mujeres,
sexo sin piedad compran y
venden,
baratillo por doquier.
Infame noche de ternura,
requiebra lenguaz
impertinente,
fusión y desaliento que
aniquila.
Magia brutal que enloquece.
Encanto solaz y placentero,
burbuja de locura sorpresiva,
protector de besos y cariño.
¡Torrente perdido sobre nada!
@Santiago Terrero
Canto a Petit Trou
Salitre de mar baña tu
rostro,
pelambre de montaña adorna tu
cuello,
Sierra de Bahoruco, sustento
de familias,
Mar Caribe, pasatiempo
favorito.
Enclavado entre mar y
montañas,
escasez de personas en sus
calles,
casas cansadas por el paso de
los años,
calles estrechas y estropeadas
por paisanas.
Tristes sonrisas de los
niños,
cactus bañados de tristezas,
mujer que carga sus
quehaceres,
hombre que exprime la tierra.
Mulos de cargas adornados,
gallinas y animales
amarrados,
la esquina es sombra,
la casa ruina…
Recuerdos clavados,
lugares y paisajes,
Sócrates, ¿los guayacanes?
son nostalgias nada más…
Enriquillo,
salitre de mar baña tu
rostro,
pelambre de montaña adorna tu
cuello…
@Santiago Terrero
Dentro de un camposanto
humedecido
caminaban dos señoras
sollozando,
¡sollozando a cántaro!
El hermano añorado del
recuerdo
se has marchado ¿hasta cuándo?
y con el concreto se ha
borrado
aquel día de campo.
Fuera de un camposanto
resecado
se van dos hermanas rezando
sobre llanto.
@Santiago Terrero