martes, 7 de agosto de 2018

Poemas Tropicales


Los Maniáticos
 Se entretejían encrucijadas por el tiempo
 como trapos mohosos, mal olientes,
 estrujados por sus cuerpos sudorosos,
 inertes, asqueantes,
 en una mañana de invierno,
 teñida de blanco y escalofríos sepulcrales.

 Llovía.

 La masturbación verbal
 del acto del habla
 enriquece la lengua
 que recorre sus oídos
 y lo hacen estremecer de un solo golpe,
 sobre profundos ecos de suspiros.

 Sus colinas erguidas en plena primavera
 yacían apretujadas por fuertes vientos
 provenientes de las profundidades marinas.

 A lo lejos,
 copiosos nubarrones
 agitaban verdosos y huidizos matorrales…

@Santiago Terrero




La Mujerzuela
A la par de golpes sinuosos que nos envolvían,
 la cama muda acomodaba sus quejidos
 sobre fuertes barrotes de hierros corroídos.

 El lomo lúcido, resbaladizo de algunos libros
 sobre mi morada se dejaba entrever
 a través de míseros reflejos.
 Revoloteaban como hojas secas.

 ¡Helena! ¡Paris!
 La Ilíada me conmovía.
 Nos burlábamos del acto mismo.
 Risa, canciones, alegría.
 Rechinábamos, inmersos en un mar de sudor.

 A la pared, ¡Yoselín! tu nombre se veía,
 como vistoso plumaje de ave apetecido,
 después de beber el alba
 que engalana el candor de sus pitillos.

 @Santiago Terrero





¿OBREROS…?
Ante la precaria situación,
 la cual me encontraba,
 mi jefe me dijo:
 ¡tienes que ser más rápido!
 Sin saber que hacer me marché de allí.

 Mis pasos agigantados se disolvían,
 al oír la voz ronca y grotesca,
 todo era ambición, desconfianza,
 atropello, malas miradas, !todo!

 Más sin embargo, una voz apacible,
 amable, quieta, se apiadó de mí,
 apoyó mi alma...
 Apoyo y confianza exiguos
 eran mi lentitud.

 La grandeza de unos a los otros, es y será,
 la perfección que engalana el sordo grito,
 que solo los hombres gloriosos desnudarán,
 a través del serpenteado vaivén del pensamiento…
@Santiago Terrero





Ciudad desnuda
 Entre trago y trago corría la noche
 burdeles en la ciudad,
 ¡Jadeantes prostitutas alegres y sin sueño!
 Concreto tirano, salpicado de salitre.

 ¡Guerra y Feria de la Paz!
 Desde un auto veloz, hombres y mujeres,
 sexo sin piedad compran y venden,
 baratillo por doquier.

 Infame noche de ternura,
 requiebra lenguaz impertinente,
 fusión y desaliento que aniquila.
 Magia brutal que enloquece.

 Encanto solaz y placentero,
 burbuja de locura sorpresiva,
 protector de besos y cariño.
 ¡Torrente perdido sobre nada!

 @Santiago Terrero





Canto a Petit Trou
 Salitre de mar baña tu rostro,
 pelambre de montaña adorna tu cuello,
 Sierra de Bahoruco, sustento de familias,
 Mar Caribe, pasatiempo favorito.

 Enclavado entre mar y montañas,
 escasez de personas en sus calles,
 casas cansadas por el paso de los años,
 calles estrechas y estropeadas por paisanas.

 Tristes sonrisas de los niños,
 cactus bañados de tristezas,
 mujer que carga sus quehaceres,
 hombre que exprime la tierra.

 Mulos de cargas adornados,
 gallinas y animales amarrados,
 la esquina es sombra,
 la casa ruina…

Recuerdos clavados,
 lugares y paisajes,
 Sócrates, ¿los guayacanes?
 son nostalgias nada más…

Enriquillo,
 salitre de mar baña tu rostro,
 pelambre de montaña adorna tu cuello…

@Santiago Terrero






Camposanto
 Dentro de un camposanto humedecido
 caminaban dos señoras sollozando,
 ¡sollozando a cántaro!

 El hermano añorado del recuerdo
 se has marchado ¿hasta cuándo?
 y con el concreto se ha borrado
 aquel día de campo.

 Fuera de un camposanto resecado
 se van dos hermanas rezando
 sobre llanto.

 @Santiago Terrero