domingo, 19 de mayo de 2019


Lee detenidamente el siguiente texto y, luego, responde.

La Ilíada
(Canto XXII)
Aquiles busca el encuentro con Héctor para vengar la muerte de su amigo Patroclo.
Héctor al principio huye, pero engañado por la diosa Atenea cree poder medir sus fuerzas con Aquiles.
El desenlace es inevitable: a pesar de su valor morirá a manos del invencible Aquiles.
Atenea dejó a Aquiles y fue a encontrar al divino Héctor. Y tomando la figura y la voz infatigable de Deífobo, se acercó al héroe y pronunció estas aladas palabra: “¡Mi buen hermano!
Mucho te estrecha el veloz Aquiles, persiguiéndote con ligero pie alrededor de la ciudad de Príamo. Ea, detengámonos y rechacemos su ataque”. Así diciendo, Atenea, para engañarlo, empezó a caminar.
Cuando ambos guerreros se hallaron frente a frente, dijo el primero, el gran Héctor, de tremolante casco:
-- No huiré más de ti, oh hijo de Peleo, como hasta ahora. Tres veces di la vuelta, huyendo, en torno de la gran ciudad de Príamo, sin atreverme nunca a esperar tu acometida. (…). Ea, pongamos a los dioses por testigos, que serán mejores y los que más cuidarán de que se cumplan nuestros pactos: yo no te insultaré cruelmente, si Zeus me concede la victoria y logro quitarte la vida; pues tan pronto como te haya despojado de las magníficas armas, oh Aquiles, entregaré el cadáver a los aqueos. Obra tú conmigo de la misma manera.
Mirándolo con torva faz, respondió Aquiles, el de los pies ligeros: “¡Héctor, a quien no puedo olvidar! No me hables de convenios. Como no es posible que haya fieles alianzas entre los leones y los hombres, (…) tampoco puede haber entre nosotros ni amistad ni pactos, hasta que caiga uno de los dos y sacie de sangre a Ares, infatigable combatiente”. (…)
Y diciendo esto, blandió y arrojó la fornida lanza. El esclarecido Héctor, al verla venir, se inclinó para evitar el golpe: se clavó aquella en el suelo, y Palas Atenea la arrancó y la devolvió a Aquiles, sin que Héctor, pastor de hombres, lo advirtiese. Y Héctor dijo al eximio Pélida:
-¡Erraste el golpe, divino, divino Aquiles! (…) Y ahora guárdate de mi broncínea lanza. ¡Ojalá que todo su hierro se escondiera en tu cuerpo! (…)
Así habló y blandiendo la ingente lanza, la lanzó sin errar el tiro; pues dio un bote en el escudo del Pélida. Pero la lanza fue rechazada por la rodela, y Héctor se irritó al ver que aquella había sido arrojada inútilmente por su brazo; se paró bajando la cabeza, pues no tenía otra lanza de fresno; y con recia voz llamó a Deífobo, el de  luciente escudo, y le pidió una larga pica. Deífobo ya no estaba a su lado. Entonces Héctor lo comprendió todo, y exclamó:
-¡Oh! (…) Cercana tengo la perniciosa que ni tardará, ni puedo evitarla. Así les habrá placido que sea, desde hace tiempo, a Zeus y a su hijo, el flechador Apolo; los cuales, benévolos para conmigo, me salvaban de los peligros. Se cumplió mi destino. Pero no quisiera morir cobardemente y sin gloria, sino realizando algo grande que llegara a
conocimiento de los venideros.
Dicho esto, desenvainó la aguda espada, grande y fuerte que llevaba en el costado. Y encogiéndose, se arrojó como el águila de alto vuelo se lanza a la llanura, atravesando las pardas nubes, para arrebatar la tierna cordillera o la tímida liebre; de igual manera arremetió Héctor, blandiendo la aguda espada.
Aquiles lo embistió, a su vez, con el corazón rebosante de feroz cólera: defendía su pecho con el magnífico escudo labrado, y movía el luciente casco de cuatro abolladuras, haciendo ondear las bellas y abundantes crines de oro que Hefesto colocara en la cimera. Como el Héspero, que es el lucero más hermoso de cuantos hay en el cielo, se presenta rodeado de estrellas en la oscuridad de la noche, de tal modo brillaba la pica larga punta que en su diestra blandía Aquiles, mientras pensaba en causar daño al divino Héctor y miraba cuál parte del hermoso cuerpo del héroe ofrecería menos resistencia. Este lo tenía protegido por la excelente armadura que quitó a Patroclo después de matarlo, y sólo quedaba descubierto el lugar en que las clavículas separan el cuello de los hombros, la garganta que es el sitio por dodne más pronto sale el alma: por allí el divino Aquiles enterró la pica a Héctor que ya lo atacaba, y la punta, atravesando el delicado cuello, asomó por la nuca.
(…) Héctor cayó en el  polvo, y el divino Aquiles se jactó del triunfo, diciendo:
-¡Héctor! Cuando despojabas el cadáver de Patroclo, sin duda te creíste salvado y no me temiste a mí porque me hallaba ausente. (…) A ti los perros y las aves te despedazarán ignominiosamente, y a Patroclo los aqueos le harán honras fúnebres.
Con lánguida voz respondiole Héctor, el de tremolante casco: “¡Te lo ruego por tu alma, por tus rodillas y por tus padres: ¡No permitas que los perros me despedacen y devoren junto a las naves aqueas!”. (…)
Apenas acabó de hablar, la muerte lo cubrió con su manto.
                                                                                                                        Homero
(fragmento)


1.      ¿A quiénes se asignan los siguientes epítetos?

a)      el de los pies ligeros
b)      el de luciente escudo
c)      el de tremolante casco
d)      infatigable combatiente

2.      El Canto I de la Ilíada empieza de este modo:
“Canta, oh Musa, la cólera del Pélida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó el Hades a muchas almas valerosas de héroes…”. 


a)      ¿Qué hechos, en el fragmento, manifiestan este sentimiento en Aquiles?

3.      ¿Por qué suplicaba Héctor que Aquiles devuelva su cuerpo muerto a sus padres?

            ¿Qué importancia tenían los rituales fúnebres en la antigua cultura griega?

4.      Lee las siguientes expresiones en el recuadro y responde la pregunta de más abajo:

a)      tienes en el pecho un corazón de hierro
b)      la muerte lo cubrió con su manto


  ¿Qué recursos literarios utilizó Homero para crearlas?

5.      Reflexiona sobre el papel de los dioses.

a)      ¿Es Aquiles un héroe?
b)      ¿Y Héctor?
c)      ¿Por qué es importante la figura de un héroe en la literatura legendaria de un pueblo?




Lee detenidamente el siguiente texto y, luego, responde.

¿Cuál es el futuro de la ciencia?
El siglo pasado fue un triunfo tal para los descubrimientos científicos y las innovaciones tecnológicas que estuvieron tentados de creer que ya conocíamos casi todo de lo que es posible conocer sobre el mundo que nos rodea. Se argumenta que los principios generales sobre los que se basa el funcionamiento del mundo son conocidos; no hay descubrimientos adicionales radicales que realizar  y que lo que falta son simplemente cuestiones de detalle del mundo en que vivimos. Esta creencia es una ilusión, aunque en parte es una ilusión perdonable.
Hay también una poderosa (y algo contradictoria) corriente de opinión según la cual el ritmo de cambio tecnológico es actualmente tan grande que las instituciones sociales y políticas son incapaces de adaptarse con la suficiente rapidez y sensibilidad. ¿No será conveniente, por tanto, que se moderara de alguna manera el ritmo de la investigación, sino que, además, la habitual y persistente ignorancia de lo que en realidad es el mundo proyecta una sombra sobre los intentos de resolver los problemas globales que han salido a la luz recientemente.
En realidad, la ciencia moderna es aun comparativamente joven, pues solo data del tiempo de Copérnico, a principios del siglo XVI. El récord de descubrimientos desde entonces y el torrente de innovaciones tecnológicas provocadas por los descubrimientos son ciertamente notables. La ciencia nos ha ayudado a ser más sanos y más ricos de lo que podríamos haber imaginado hace, tan solo, algunos siglos. Pero no hay razón para creer que esté a la vista el fin de este proceso. Un catálogo de nuestra ignorancia crónica es prueba suficiente de ello. También es relevante el hecho de que la actual ilusión de conocimiento absoluto hay sido un tema recurrente en la ciencia.
El descubrimiento de los rayos X (1895), la radioactividad (1896) y el electrón (1897) mostró que no todo era correcto en la teoría atómica de la época. Ya antes, en la década de 1880, el experimento de Michelson-Morley puso en duda la idea de que todo el espacio estaba empapado de un “éter aluminífero”, necesario para sustentar la propagación de la luz (y en general de todos los fenómenos electromagnéticos);  esto condujo (en 1905) a la teoría especial de la relatividad de Einstein. Y al comienzo de este siglo, el redescubrimiento del trabajo realizado por Gregor Mendel en los años 1850 y 1860 sobre la herencia en plantas de guisantes pareció, aunque equivocadamente, invalidar el darwinismo por un tiempo. Este aparente conflicto no fue resuelto hasta un cuarto de siglo después. Nadie había oído hablar de genética en 1900; la palabra fue en realidad acuñada seis años más tarde. La ironía en este estado de cosas fue que los presagios de la revolución intelectual forjada dentro de este siglo no fueron, al principio, retos directos para la obtención de conocimiento.
A pesar del gran éxito del siglo que ahora se acaba, campos enteros que seguimos desconociendo llaman fuertemente nuestra atención. ¿Cómo, por ejemplo, cumple sus más altas funciones el cerebro? Todos los animales, excepto los más primitivos (los que están formados de una sola célula) tienen un sistema nervioso de este tipo. Su función esencial es transformar la información obtenida  por los sentidos en señales que activan la locomoción del animal, asegurando, por ejemplo que se mueva hacia una fuente de comida o que se aleje de una fuente de peligro.
Es claro que habría sido más ventajosa, desde un punto de vista evolutivo, la capacidad de recordar experiencias pasadas; un animal de este tipo habría sido capaz de obtener comida más eficientemente y de evitar el peligro más expeditivamente.
Por desgracia, a pesar de los heroicos esfuerzos realizados desde hace más de un siglo, todavía no se dispone de una comprensión clara de cómo se almacena la memoria en el cerebro. Aún se conocen menos las funciones superiores, de las que las personas están especialmente orgullosas (y, a veces, desmesuradamente) la facultad de hablar, por ejemplo, o de imaginar.
Los que trabajan en este campo de investigación están perplejos en lo que respecta a cómo se puede progresar en la comprensión de estas facultades. Lo que la neurología puede hacer es describir con el mayor refinamiento posible las funciones de las células del sistema nervioso y sus conexiones, pero hay mil millardos de células nerviosas en cada cabeza humana –tantas como estrellas en 10 galaxias como la nuestra- de manera que la perspectiva de ser capaces de reconstruir cómo trabaja un único cerebro humano por un procedimiento de este tipo es, en el mejor de los casos, muy remota. Con el rápido desarrollo de las computadoras, mucha gente ha intentado comprender el cerebro por analogía con una computadora, hasta ahora sin éxito. Parte de la dificultad está en que el cerebro no es una computadora del tipo de los que encontramos en nuestros despachos; algunos de los cálculos que lleva a cabo el cerebro están influidos, por ejemplo, por el ambiente o por estados emocionales.
John Maddox
(Ingles) (fragmento)

1.      Escribe en el recuadro la letra que corresponde a cada definición.

a)      Recurrente                          c) Especie
b)     Magnetismo                       d) Invalidar
Conjunto de seres con características morfológicas, genéticas y fisiológicas semejantes y que se reproducen entre sí.
Qué apareces o ocurre de nuevo después de intermisiones.
Dejar sin validez una cosa.
Propiedad de los imanes.

2.      Después de leer el texto detenidamente, responde.

¿Cuál es el futuro de la ciencia?

¿Te parece que se trata de un texto que emplea un lenguaje especializado, o consideras que el autor emplea un léxico accesible a la mayoría de las personas?
Justifica tu respuesta con argumentos.

3.      Algunas de las siguientes afirmaciones son verdaderas de acuerdo a lo que dice el autor en su texto. Otras son falsas. Marca con una (X) las verdaderas.
Ya sabemos todo de lo que es posible conocer sobre el mundo que nos rodea.

El ritmo de cambio tecnológico es actualmente tan lento que las instituciones sociales y políticas son capaces de adaptarse con la suficiente rapidez y sensibilidad.

Aún en el estado actual de la ciencia somos ignorantes.

Al final de su ensayo, el autor afirma que cualquiera que sea el descontento con la ciencia, debemos prescindir de la riqueza y de las oportunidades que nos brinda la investigación futura.

4.      Subraya la oración principal del siguiente fragmento del texto que leíste.
En realidad, la ciencia moderna es aún comparativamente joven, pues solo data del tiempo de Copérnico, a principios del siglo XVI. El récord de descubrimiento desde entonces y el torrente de innovaciones tecnológicas provocadas por los descubrimientos son ciertamente notables.
La ciencia nos ha ayudado a ser más sanos y más ricos de lo que podríamos haber imaginado hace, tan solo, algunos siglos. Pero no hay razón para creer que esté a la vista el fin de este proceso. Un catálogo de nuestra ignorancia crónica es prueba suficiente de ello. También es relevante el hecho de que la actual ilusión de conocimiento absoluto haya sido un tema recurrente de la ciencia.
5.      Reflexiona y contesta.
¿Qué te parece la forma en que el autor expone un tema tan complicado? Explica tu respuesta.

¿Cuáles son, en tu opinión, las principales urgencias a las que los científicos deben atender en primer lugar?

¿Consideras que la ciencia es aún ignorante? Explica tu respuesta.

jueves, 16 de mayo de 2019

Lee la siguiente noticia e investiga más sobre este tema.
La adicción a Internet crea distanciamiento familiar, pérdida de sueño e irritabilidad. Revisar de forma obsesiva el correo electrónico, usar compulsivamente los sitios de chateo, rede sociales, y pasar horas en juegos on-line causan distanciamiento familiar, descuido en la salud y el aseo personal, que son síntomas propios de los adictos a Internet, alertó el Ministerio de Salud.
Especialistas del sector explicaron que el excesivo tiempo que pasan estas personas delante de la pantalla de la computadora ocasiona no solo alteraciones mentales sino a la salud, como irritación de los ojos, dolor de cabeza, dolor de espalda, etc.
Asimismo, esto puede generar sedentarismo y ganancia de peso, incluso obesidad, falta de expresión y tendencia a la soledad.

I.                   Ahora reconoce el tema polémico para que escribas, a partir de él, un artículo de opinión.

II.                Investiga y reflexiona sobre la postura que tomarás.
a)      Formula la tesis u opinión sobre el tema. Ten en cuenta que deberá ser redactada de manera clara y precisa.
b)      Propón argumentos que sustenten o defiendan la tesis utilizando diversas estrategias argumentativas.
c)      Utiliza un lenguaje que transmita tus impresiones y valoraciones personales. El uso de conectores te ayudará a establecer esa relación entre las ideas del texto.
d)     Piensa en los contraargumentos que podrían plantear quienes no están de acuerdo con la tesis. De este modo, podrás argumentar tus ideas.

III.             Elabora el esquema de tu escrito. Fíjate en el siguiente cuadro.
¿Cuál es la tesis que defenderás?



¿Qué argumentos sustentarán tu tesis?



¿Cómo sintetizarás tus ideas?




IV.             Escribe el borrador de tu texto y evalúalo teniendo en cuenta las siguientes pautas.
a)      He presentado una tesis clara, objetiva y precisa.
b)      He formulado argumentos sólidos y coherentes.
c)      He redactado mis ideas empleando conectores.
d)     He usado los signos de puntuación adecuados.

Redacta la versión final de tu texto incluyendo los cambios necesa

Lee el siguiente texto y contesta las preguntas  que se te piden:

Vivir la vida con valores
En la actualidad, cuando muchas personas afrontan con cinismo o pesadumbre su vida cotidiana, es preciso citar a Goethe, el gran escritor alemán del siglo XVIII, quien nos advierte en su célebre Fausto que no merece disfrutar ni de la libertad ni de la vida quien no sepa reconquistarlas todos los días. De este modo, el autor nos enseña que una vida digna de ser vivida solo con un esfuerzo permanente. Para hacerlo, así como se construye un alto edificio, necesitamos una piedra angular que brinde soporte a su altura y armonía a la edificación. Esa piedra angular está constituida por nuestros valores.
¿Cuáles son los valores para vivir una vida digna de tal nombre? La integridad, la honradez y la vocación de servicio. La primera nos permite decir lo que pensamos y hacer lo que decimos. Nos tomo deudores de nuestra palabra empeñada y nos mueve a ejercer nuestras acciones según nuestras creencias personales. Cuando no somos íntegros --es decir, cuando pensamos una cosa, decimos otra y hacemos una tercera distinta a las dos anteriores--, nos traicionamos en lo más profundo de nuestro ser. No tenemos principios o, si los tenemos, no nos importan; nos volvemos cínicos y nadie confía en nosotros. 
“Odio, como las puertas de la muerte, al hombre que dice una cosa, pero oculta otra en el corazón”, exclama el angustiado Aquiles en la Ilíada. La integridad nos procura la seguridad de ser nosotros mismos y, al ser los primeros en respetar lo que pensamos y actuar en consecuencia, ganamos el respeto de los demás. 
La honradez consiste en realizar cada acto de nuestra vida con transparencia. La honradez expresa respeto por uno mismo y por los demás, implica comprometerse con la verdad, expresa la disposición de vivir a la luz, tiñe la vida de apertura, confianza y sinceridad. Se opone a la deshonestidad, que representa el desprecio por el prójimo, que busca la sombra y el encubrimiento, que sobrevive y medra en la oscuridad. Si la honradez, al igual que la libertad, nos define como seres humanos, se debe mantener como una postura ética, no por mezquina conveniencia o satisfacción egoísta –que son, ambas, el festín de los aduladores, --sino porque informa a todos la clase de persona que somos, haciéndonos confiables. “La honestidad es mejor que toda política” señaló, con perspicacia, Kant.

La vocación de servicio es el tercero de los valores que nos permiten vivir con dignidad. Servir a los demás no nos hace inferiores. Por el contrario, revela nuestro compromiso con el otro y nos hace solidarios con sus problemas. Es la tarea más relevante, pues denota desprendimiento, entrega, altruismo y búsqueda de una mejor calidad de vida para todos. Esa vocación de servicio no está reñida con el óptimo beneficio empresarial. Ludwig von Mises enseña en La acción humana que el empresario más exitoso será aquel que sirva de mejor manera a sus consumidores. Esto es visible en las sociedades que han alcanzado el bienestar –gracias a su defensa de la libertad, el Estado de derecho y la economía de mercado--, que son las más solidarias que existen: en ellas, las horas dedicadas al servicio comunitario son las más altas del orbe.

Estos tres valores, ejercicios con energía y prudencia, configuran nuestro carácter y le confieren una extraordinaria fuerza. Si somos honestos con nosotros mismos, lo seremos con los demás y arribaremos, sin duda, a asumir la consecuencia de nuestros actos, lo que equivale a vivir sujetos a un deber inevitable, la responsabilidad.

                                                                                                                  Beatriz Merino
                                                                                                                  Diario El Comercio S. A.
     
                                                                                                           
1.      Copia y completa el siguiente cuadro:

VIVIR LA VIDA CON VALORES

Tipo de texto


Auditorio


Intención comunicativa


2.      Determina si las siguientes afirmaciones son verdaderas o falsas según el texto.
               La deshonestidad representa una falta de respeto hacia el otro.
               La integridad fortalece nuestra identidad y el actuar en consecuencia.
    La confianza que tienen los demás en nosotros se basa en que mantengamos       nuestra integridad.
               Se puede vivir la vida sin ningún esfuerzo.
               Servir a los demás es una muestra de nuestra poca autoridad.

3.      ¿Cuál es la definición de los valores que nos presenta la autora? Identifica las afirmaciones adecuadas.
a)      Son códigos de conducta fijos que nos enseñan en la infancia.
b)      Son principios para poder interactuar de una manera correcta con los demás.
c)      Representan un soporte sobre el cual basamos nuestras vidas.
d)     Presuponen un esfuerzo continuo de nuestra parte y constituyen una meta difícil de alcanzar.


4.      ¿Qué efectos tienen las citas utilizadas por la autora? ¿Crees que el texto tendría el mismo efecto si se eliminaran? Explica.





5.      Complétalo con las partes del texto argumentativo.
Inicio: ¿Cuál es la tesis u opinión?
Desarrollo: ¿Qué ideas sustentan su punto de vista?
Conclusión: ¿Cómo termina el artículo?










6.      ¿A qué se refiere la autora cuando sostiene que la vocación de servicio no está reñida con el beneficio empresarial?





7.      Los artículos de opinión suponen presupuestos o ideas previas que sustentan el punto de vista presentado. ¿Cuáles son esos presupuestos en el texto leído?
a)      Reconócelos y explícalos con tus propias palabras.
b)      Existen valores que permiten a las personas llevar una mejor vida.
c)      Hay personas que difieren una idea, pero con su conducta la contradicen.
d)     La libertad del hombre se basa en hacer lo que considera correcto.

8.      Si tenemos vocación de servicio, lograremos que las personas tengan una mejor calidad de vida. ¿Qué podrías hacer para contribuir a eliminar sus problemas?





9.      Responde las siguientes preguntas.
a)      ¿Hay otros valores importantes que la autora no menciona? ¿Cuáles? Justifica.
b)      ¿Por qué crees que la autora pone énfasis en la honestidad?

10.  Buscar el significado a las palabras en negrita dentro del texto.